La profesora mira con sorpresa a la niña y le dice:
- Marthita ¿Por qué no has levantado la mano?
- Porque yo no soy hincha del américa (responde)
La profesora extrañada pregunta:
- Vaya, si tú no eres hincha de las águilas, entonces ¿Cuál es tu equipo?
- Soy hincha de los PUMAS y estoy muy orgullosa de serlo.
La profesora no daba crédito a sus fanáticos oídos.
- Marthita, hija mía, ¿Qué pecado has cometido para irle a los Pumas?
- Mi madre es hincha de los Pumas, mi padre es fanático de los Pumas y mi hermano también es hincha de Pumas, por eso yo también soy seguidora de los Pumas, dijo convencida y orgullosa la niña.
- Bueno (Dice irritada la profesora) Eso no es motivo para ser seguidora de los Pumas, (aplicando el clásico tono pendejón de los americanistas) Tú no has de ser siempre lo mismo que tus padres... A ver, si tu madre fuera prostituta y drogadicta, tu padre un huevón, un alcoholico y traficante, y tu hermano un homosexual, ¿Tú qué serías?
A lo que la niña respondió:
- SEGURAMENTE HINCHA DEL AMÉRICA ¡¡¡
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